Arlington, TX es una ciudad que me recibió con los brazos abiertos. El Museo de Arte de Arlington también lo hizo.

Cuando me mudé a Arlington, llegué a un lugar hermoso en donde quería ser parte de la comunidad. Estudié la Universidad en Ciudad de México, estudié Historia, entonces quería encontrar un lugar en donde pudiera usar mis conocimientos sobre historia del mundo, arte y antropología. Como recién llegado a Arlington, tuve que empezar de cero, así que tomé mi computadora y comencé a buscar lugares en los que pudiera ser voluntario.

Encontré diferentes lugares en Arlington que ofrecían oportunidades para ser voluntario, pero uno me llamó la atención. El Museo de Arte de Arlington estaba pidiendo voluntarios para ayudar con 30 Americans, que era su exposición de verano de 2021. Envié un correo electrónico, aunque pensé que estarían demasiado ocupados para responderme o que responderían muy tarde.

Para mi sorpresa, ¡recibí una respuesta inmediata! Me invitaron a ir al museo para hablar sobre mi horario. Allí conocí a un hombre amable llamado Gary que coordina el programa de voluntariado. ¡No sabía que él también era el gerente de la oficina del Museo! Respondió amablemente a cada una de mis preguntas y me brindó total confianza.

Y así comencé un lunes como voluntario en un mundo maravilloso, el mundo del arte. Conocí gente nueva todos los días, de diferentes lugares y culturas que me abrieron la mente. Tuve la oportunidad de escuchar a la gente sobre su opinión sobre el arte, y también querían saber mi opinión. Fue increíble ver la cantidad de niños, hombres y mujeres que visitan el Museo de Arte de Arlington, y me alegré por el tiempo que pasaron dentro del museo porque pude ver la experiencia que realmente significó para mí y para ellos.

Me ofrecí como voluntario para el Museo de Arte de Arlington durante más de 6 meses, y durante ese tiempo conocí cómo funciona el museo, desde la instalación de arte hasta cómo funciona la tienda de regalos. Recuerdo todo sobre la exposición de los 30 Americans con orgullo y asombro pues nunca había estado tan cerca del mundo del arte en los Estados Unidos y esto me dio una visión más grande de la vida y del arte que existe en Arlington.

Lo que más recuerdo y aprecio es cómo el personal del museo me hizo sentir como en casa. Fue como asistir a mi en este hermoso país. El personal siempre estuvo atento y me brindó apoyo en todo momento. Me explicaron cada paso, me resolvieron cualquier duda y me hicieron sentir como en casa, al igual que mis compañeros de voluntariado.

Durante mi tiempo de voluntariado aprendí a apoyar a las personas de mi comunidad desde el mundo del arte, a ser más empático y amable, a apreciar más claramente el trabajo de diferentes artistas. El mundo del arte ofrece una libertad infinita de creatividad e imaginación, y esa puerta está abierta para cualquiera que sea voluntario en el Museo de Arte de Arlington.

Para mí, esta maravillosa experiencia continúa porque ahora soy parte del equipo de trabajo del museo, el personal fue tan maravilloso conmigo como voluntario son mi familia ya que no tengo familia sanguínea en US y ahora tengo maravillosos amigos. Como Coordinadora de Proyectos Especiales, estoy entusiasmado con mi nuevo rol en mi ciudad y en la comunidad de mi museo.

Gracias, AMA.